Un río de luz traspasa
el corazón de esta tierra.
Hoy lo siento latir apasionado,
siento su pulso, su pisada
de caballo veloz en el desierto.
¡Oh tierra hermosa y pobre!
Te ha herido el doble río,
de esos brazos que unen
las Indias fabulosas y lejanas.
Ya no eres más el muro
en donde rebotaron los guerreros.
Aún veo volar sobre los campos
los buitres que comieron la carroña.
Manuel Altolaguirre.