martes, 3 de abril de 2012


    Aire libre

      Si algo me gusta, es vivir.
      Ver mi cuerpo en la calle,
      Hablar contigo como un camarada,
      Mirar escaparates
      Y, sobre todo, sonreír de lejos
      A los árboles...

      También me gustan los camiones grises
      Y muchísimo más los elefantes.
      Besar tus pechos,
      Echarme en tu regazo y despeinarte,
      Tragar agua de mar como cerveza
      Amarga, espumeante.

      Todo lo que sea salir
      De casa, estornudar de tarde en tarde,
      Escupir contra el cielo de los tundras
      Y las medallas de los similares,
      Salir
      De esta espaciosa y triste cárcel,
      Aligerar los ríos y los soles,
      Salir, salir al aire libre, al aire.



      Blas de Otero.

lunes, 2 de abril de 2012

Nadie está solo

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.



José Agustín Goytisolo.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...