viernes, 24 de enero de 2014

Desmayo.

 


Todos los circos
todos los circos ingenuos
           cuelgan de mis cabellos
           Las campanas agudas 
se encienden como globos
Con tus besos
con tus senos alternativos
qué linda hamaca para mis olvidos
Y el viento
en el arroyo expósito
peregrinando
pordioseando.


jueves, 23 de enero de 2014

Anoche se me ha perdido.





Anoche se me ha perdido
En la arena de la playa
Un recuerdo
Dorado, viejo y menudo
Como un granito de arena.
¡Paciencia! La noche es corta.
Iré a buscarlo mañana
Pero tengo miedo de esos
Remolinos nocherniegos
Que se llevan en su grupa
¡Dios sabe adónde!, la arena
Menudita de la playa.

Pedro Salinas.

miércoles, 22 de enero de 2014

Te diré el secreto de la vida.




El secreto de la vida es intercalar
entre palmera y palmera un hijo pródigo
y a la derecha del viento y a la izquierda del loco
conseguir que se filtre una corona real
Levántate cada día a hora distinta
y entre hora y hora
compóntelas para incrustar un ángel

Nada hay como un suspiro intercalado
y entre suspiro y suspiro
la melodía ininterrumpida

Déjame que te cante
la grieta azul y el intervalo.



Gerardo Diego.

martes, 21 de enero de 2014

Le obliga a que la mire...



Es fruto agraz al paladar 
y sedoso para los labios 
que han conocido su contorno 
y percibieron la afluencia. 

Ella jugaba aquella noche 
cautivada por la ternura 
de una voz que a su decisión 
sólo dijo: si tú lo quieres... 

Ahora le obliga a que la mire, 
para que vea lo que es suyo 
y lo que luego ha de perder 
cuando se aparte de sus ojos.

José Agustín Goytisolo.

lunes, 20 de enero de 2014

Vals en las ramas.

Cayó una hoja 
y dos 
y tres. 
Por la luna nadaba un pez. 
El agua duerme una hora 
y el mar blanco duerme cien. 
La dama 
estaba muerta en la rama. 
La monja 
cantaba dentro de la toronja. 
La niña 
iba por el pino a la piña. 
Y el pino 
buscaba la plumilla del trino. 
Pero el ruiseñor 
lloraba sus heridas alrededor. 
Y yo también 
porque cayó una hoja 
y dos 
y tres. 
Y una cabeza de cristal 
y un violín de papel 
y la nieve podría con el mundo 
si la nieve durmiera un mes, 
y las ramas luchaban con el mundo 
una a una, 
dos a dos, 
y tres a tres. 
¡Oh duro marfil de carnes invisibles! 
¡Oh golfo sin hormigas del amanecer! 
Con el muuu de las ramas, 
con el ay de las damas, 
con el croo de las ranas, 
y el gloo amarillo de la miel. 
Llegará un torso de sombra 
coronado de laurel. 
Será el cielo para el viento 
duro como una pared 
y las ramas desgajadas 
se irán bailando con él. 
Una a una 
alrededor de la luna, 
dos a dos 
alrededor del sol, 
y tres a tres 
para que los marfiles se duerman bien.





El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...