viernes, 14 de febrero de 2014

Estoy pensando, es de noche.




Estoy pensando, es de noche,
En el día que hará allí
Donde esta noche es de día.
En las sombrillas alegres,
Abiertas todas las flores,
Contra ese sol, que es la luna
Tenue que me alumbra a mí.
Aunque todo está tan quieto,
Tan en silencio en lo oscuro,
Aquí alrededor,
Veo a las gentes veloces
(Prisa, trajes claros, risa)
Consumiendo sin parar,
A pleno goce, esa luz
De ellos, la que va a ser mía
En cuanto alguien diga allí
"Ya es de noche".
La noche donde yo estoy
Ahora,
Donde tú estás junto a mí
Tan dormida y tan sin sol
En esa noche y luna del dormir,
Que pienso en el otro lado
De tu sueño, donde hay luz
Que yo no veo.
Donde es de día y paseas
(Te sonríes al dormir)
Con esa sonrisa abierta,
Tan alegre, tan de flores,
Que la noche y yo sentimos
Que no puede ser de aquí.



Pedro Salinas.

jueves, 13 de febrero de 2014

Otra vez esta noche.





Otra vez esta noche, 
Cuando estaba esperándote, 
Me dormí, y en mi sueño 
Oí una voz llamándome. 

Una voz larga y triste, 
Apenas susurrante, 
Como un sollozo roto 
En los dedos del aire. 

Una voz melodiosa 
Que no oyó nunca nadie; 
Que cuando más se acerca, 
Más parece alejarse. 

Una voz melodiosa 
Que no oyó nunca nadie; 
Que cuando más se acerca, 
Más parece alejarse. 

La voz de un viento oscuro 
Que se esconde en los árboles 
Y hace temblar sus copas 
En la luz de la tarde. 

Una voz que me llama 
Y no quiere llamarme. 
Una voz que parece 
Que se apaga al callarse. 



José Bergamín.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Porque sí.




Pececito esquivo,
Caballito que monto,
Delicia que no nombro,
Y quiero, quiero, quiero.

Cuando te beso, acierto;
Cuando te toco, creo;
Si te acaricio mido
Mi infinito deseo.

Mas te prolongas lejos;
Eres más, eres lo otro,
Lo que nunca apreso
Aunque te toco y beso.

Siempre un poco esquiva,
Siempre resbalada,
Tú, que nunca entiendo,
Y quiero, quiero, quiero.



Gabriel Celaya.

martes, 11 de febrero de 2014

Un relámpago apenas.




Besas como si fueses a comerme.
Besas besos de mar, a dentelladas.
Las manos en mis sienes y abismadas
Nuestras miradas. Yo, sin lucha, inerme,

Me declaro vencido, si vencerme
Es ver en ti mis manos maniatadas.
Besas besos de Dios. A bocanadas
Bebes mi vida. Sorbes. Sin dolerme,

Tiras de mi raíz, subes mi muerte
A flor de labio. Y luego, mimadora,
La brisas y la rozas con tu beso.

Oh Dios, oh Dios, oh Dios, si para verte
Bastara un beso, un beso que se llora
Después, porque, ¡oh, por qué!, no basta eso.



Blas de Otero.

lunes, 10 de febrero de 2014

Playa.




A Federico García Lorca

Las barcas de dos en dos,
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Y más allá, pescadores
tirando de las maromas
amarillas y salobres.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.



Manuel Altolaguirre.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...