viernes, 11 de septiembre de 2015

Circuito.






Nostalgia de la mar
Sirenas de la mar que por las playas
quedan de noche cuando el mar se marcha
Llanto llanto dureza de la luna
insensible a las flechas desnudadas.
Quiero tu amor amor sirenas vírgenes
que ensartan en sus dedos las gargantas
que bordean el mundo con sus besos
secos al sol que borra labios húmedos.
Yo no quiero la sangre ni su espejo
ignoro si la tierra es verde o roja
si la roca ha flotado sobre el agua.
Por mis venas no nombres no agonía
sino cabellos núbiles circulan.



Vicente Aleixandre.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Los encuentros frustrados.






Cuando se nos relevan las rosas de aquel tiempo
y entre las manos crujen unos tallos quebrados,
¿dónde puede alentar lo que pasó y advino,
lo bello que persiste y es y será siempre?

No se cuentan los años: lo que queda es un zumo
de perfección extraña,  lo que vale
y sonríe porque ya es eterno.

Y no es en el aire, ni en el mar, ni en la ola,
donde pueden hallarse los relevos que faltan;
y no es necesario que se trate de rosas,
todo es flor si se quiere y se sabe cogerlo.

Contar o calcular: recursos digitales
que no suman ni restan al ámbito logrado:
guarda celosamente los relevos de rosas.
¡Son números fragantes que no cambia el olvido!


Ernestina de Champourcín.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Viendo volver.





Irías, y verías
Todo igual, cambiado todo,
Así como tú eres
El mismo y el otro.
¿Un río a cada instante
No es él y diferente?

Irías, en apariencia
Distraído y aburrido
En secreto, mirando,
Pues el mirar es sólo
La forma en que persiste
El antiguo deseo.

Mirando, estimarías
(La mirada acaricia
Fijándose o desdeña apartándose)
Irreparable todo ya,
Y perdido, o ganado acaso,
Quién lo sabe.

Así, con paso indiferente,
Como llevado de una mano,
Llegarías al mundo
Que fue tuyo otro tiempo,
Y allí le encontrarías,
Al tú de ayer, que es otro hoy.

Impotente, extasiado
Y solo, como un árbol,
Le verías, el futuro soñando, sin presente,
A espera del amigo,
Cuando el amigo es él y en él le espera.

Al verle, tú querrías
Irte, ajeno entonces,
Sin nada que decirle,
Pensando que la vida
Era una burla delicada,
Y que debe ignorarlo el mozo hoy.


Luis Cernuda.

martes, 8 de septiembre de 2015

Contigo.






No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?

Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
a ti y a mí nos separan.

¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¿Mi muerte se fue y te alcanza?

En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.



Manuel Altolaguirre.

lunes, 7 de septiembre de 2015

El aire.






Aún más que el mar, el aire,
más inmenso que el mar, está tranquilo.
Alto velar de lucidez sin nadie.
Acaso la corteza pudo un día,
de la tierra, sentirte, humano.
Invicto, el aire ignora que habitó en tu pecho.
Sin memoria, inmortal, el aire esplende.



Viecente Aleixandre.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...