viernes, 10 de junio de 2016

La Poesía.


 
Tan clara que, invisible,
en sí misma se esconde,
como el aire o el agua,
transparente y oculta;
desierta no, surcada
por pájaros y peces,
herida por los árboles.
 



jueves, 9 de junio de 2016

Para estar contigo.


Sé que a solas, aburrido
De estar vivo y quedar muerto,
Pasas el tiempo, o te pasa
El tiempo sin tú quererlo.
 
Pues el fuego no la anima
Sino en lumbre pasajera,
Entiende la paradoja
De tu existencia incompleta.
 
La luna a veces es clara,
El aire a veces es tibio,
El cuerpo joven tan puro
Como siempre, y tan perdido.
 
El sino te lleva, y puedes,
Si así lo quieres, pararle,
Cuando seguir cansa. Entonces
Eres dueño en lo que vale.
 
Luego la vejez alcanza,
Y con ella ese recelo
De una falla, ajena o tuya,
En el ciclo ya completo.
 
No digas que no esperabas
Todo ello en el principio,
Y acepta, como si iguales,
Lo esperado y lo vivido.
 

miércoles, 8 de junio de 2016

Instante.


Mira mis ojos Vencen el sonido
Escucha mi dolor como una luna
Así rondando plata en tu garganta
duerme o duele
O se ignora
O se disuelve
Forma. Clamor. Oh cállate. Soy eso
Soy pensamiento o noche contenida
 
Bajo tu piel un sueño no se marcha
un paisaje de corzas suspendido.
 


martes, 7 de junio de 2016

Bahía.


 
A Luis Corona
 
Las semanas emergen
del fondo de los mares
y las algas decoran los bares
 
Para que tú te alejes y yo pueda cantar
esperaremos el regreso
del viento de artificio y de la pleamar
 
Por eso
y con un ruido que no es el de otras veces
en la bahía ha anclado
tu melena enmohecida
violín para los peces
y para los suicidas
 
Venid a ver las nubes familiares
en mi taller todas las tardes
Son los naipes del cielo que nadie ha marchitado
 
El humo de la fábrica
hizo su nido en mi tejado
para los fumadores
que en la cartera llevan
un muestrario completo de habituales colores
 
Y mientras yo modelo mi retrato columna
sobre los montes delicados
pisa desnuda la lluvia
 
En las manos me deja
su corona de espinas
y cantando se aleja
sobre los techos y los climas
 
Tu cabellera gime sin poder levar anclas
 
Embárcame contigo
timonel de las galernas
Que el enjambre goloso de tus lluvias
se me pose en el hombro y en la pierna.
 

lunes, 6 de junio de 2016

José Moreno Villa.


A menos de un minuto de las voces,
a un día del abrazo,
con ventanas abiertas, encendidas,
a los sucesos más distantes,
poeta desterrado nunca fuiste
porque la luz y el fuego
traspasaron los cielos
de las patrias antiguas,
y montañas, y mares y ríos,
yo te vi contemplarlos,
temblorosos y grises,
en tu caja de música.
No quiero consolarte,
ahora que tú te has ido para siempre,
de aquello que perdimos.
Pero al verte y no verte,
José Moreno Villa,
siento el mundo pequeño
y quisiera pensar que lo tuviste
desde niño al alcance de tu mano.

      Eternidad. Este jardín donde estoy siempre estuvo en mí. No existo. Tanta vida, tal conciencia, borran mi ser en el tiempo. Conocer la...