viernes, 17 de abril de 2015

El más bello amor.







Anteayer distante
Un día muy remoto
me encontré con el vidrio nunca visto
con una mariposa de lengua
con esa vibración escapada de donde estaba bien sujeta

Yo había llorado diez siglos
como diez gotas fundidas
y me había sentido con la belleza de lo intranscurrido
contemplando la velocidad del expreso

Pero comprendí que todo era falso
Falsa la forma de la vaca que sueña
con ser una linda doncellita incipiente
Falso lo del falso profesor que ha esperado
al cabo comprender su desnudo
Falsa hasta la sencilla manera con que las muchachas
cuelgan de noche sus pechos que no están tocados
Pero me encontré un tiburón en forma de cariño
no no: en forma de tiburón amado
escualo limpio, corazón extensible, ardor o crimen
deliciosa posesión que consiste en el mar
Nubes atormentadas al cabo convertidas en mejillas

Tempestades hechas azul sobre el que fatigarse queriéndose
dulce abrazo viscoso de lo más grande y más negro
esa forma imperiosa que sabe a resbaladizo infinito

Así sin acabarse mudo ese acoplamiento sangriento
respirando sobre todo una tinta espesa
los besos son las manchas las extensibles manchas
que no me podrán arrancar las manos más delicadas

Una boca imponente como una fruta bestial
como un puñal que de la arena amenaza el amor
un mordisco que abarcase toda el agua o la noche
un nombre que resuena como un bramido rodante
todo lo que musitan unos labios que adoro

Dime dime el secreto de tu dulzura esperada
de esa piel que reserva su verdad como sístole
duérmete entre mis brazos como una nuez vencida
como un mínimo ser que olvida sus cataclismos

Tú eres un punto sólo una coma o pestaña
eres el mayor monstruo del océano único
eres esa montaña que navegando ocupa
el fondo de los mares como un corazón desbordante

Te penetro callando mientras grito o desgarro
mientras mis alaridos hacen música o sueño
porque beso murallas las que nunca tendrán ojos
y beso esa yema fácil sensible como la pluma

La verdad la verdad la verdad es ésta que digo
esa inmensa pistola que yace sobre el camino
ese silencio -el mismo- que finalmente queda
cuando con una escoba primera aparto los senderos.



Vicente Aleixandre.

jueves, 16 de abril de 2015

Nadie desciende de una lámpara.






No mientas más enfermedad
sólo ha quedado un olvido
llévatelo lejos de aquí
las acuarelas de la sangre tamborilean
la tarde de sus brazos la he tomado
llévate todo
sostenida por sus dos tinieblas
sombra y sol te lo juro
allí donde el perdón se derrumba
en traje de novia la ignorancia trapea
donde el sol recibe las confidencias para hacer qué
imposible recuerdo me llama dulzor
escúchame sin niños de agua adormilada
tú me amas corazón de arena noche y día
tú me amas
cumbres delicia ya no soy aquél
que el cielo oscurecía fuera.



Juan Larrea.

miércoles, 15 de abril de 2015

El Viento.





Se ha de ver en tus manos el viento,
anclado en tus dedos,
alzarse y prenderte.
De llama en tu pelo
- crepúsculo -,
se enrosca a mi cuerpo
y se yergue
hecho cinta y reflejo,
de cobre en tus ojos,
de carne en mis dedos,
Si te das al viento
date toda hecha
viento contra viento,
y tómame en él
y viérteme el cuerpo,
antes que mi frente,
tú y el viento lejos,
sea sólo roce,
memoria del viento.


Vicente Aleixandre.

martes, 14 de abril de 2015

Noche.






Sobre la nieve se oye resbalar la noche

La canción caía de los árboles 
Y tras la niebla daban voces

De una mirada encendí mi cigarro

Cada vez que abro los labios 
Inundo de nubes el vacío

                                                  En el puerto 
Los mástiles están llenos de nidos

Y el viento 
                      gime entre las alas de los pájaros

LAS OLAS MECEN EL NAVÍO MUERTO

Yo en la orilla silbando 
            Miro la estrella que humea entre mis dedos.



Vicente Huidobro.

lunes, 13 de abril de 2015

Otro sueño.





1919
¡Una golondrina vuela
hacia muy lejos!...
Hay floraciones de rocío
sobre mi sueño,
y mi corazón da vueltas
lleno de tedio,
como un tiovivo en que la Muerte
pasea a sus hijuelos.
¡Quisiera en estos árboles
atar al tiempo
con un cable de noche negra,
y pintar luego con mi sangre 
las riberas pálidas de mis recuerdos!
¿Cuántos hijos tiene la Muerte?
¡Todos están en mi pecho!
¡Una golondrina viene
....de muy lejos!



Federico García Lorca.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...