miércoles, 30 de abril de 2014

La luna es una ausencia.




La luna es una ausencia. 
Se espera siempre. 
Las hojas son murmullos de la carne. 
Se espera todo menos caballos pálidos. 
Y, sin embargo, esos cascos de acero 
(mientras la luna en las pestañas), 
esos cascos de acero sobre el pecho 
(mientras la luna o vaga geometría)... 
Se espera siempre que al final el pecho no sea cóncavo. 
Y la luna es ausencia, 
doloroso vacío de la noche redonda, 
que no llega a ser cera, pero que no es mejilla. 
Los remotos caballos, el mar remoto, las cadenas golpeando, 
esa arena tendida que sufre siempre, 
esa playa marchita, donde es de noche 
al filo de los ojos amarillos y secos. 
Se espera siempre. 
Luna, maravilla o ausencia 
celeste pergamino color de manos fuera, 
del otro lado donde el vacío es luna. 



Vicente Aleixandre.



martes, 29 de abril de 2014

A la orilla de un pozo.


               
                                                  A Rafael Alberti


Cuando la mar esté bajo tu almohada
¡Alegría de turbas infantiles!
¡Triunfo de los egregios, varoniles
pámpanos que estremece la alborada!

Frutos dará la náyade dorada
que llamea en los ínclitos candiles
y en sus perlas de amor claros abriles
hervirán al compás de tu mirada.

¡Qué ventura te aguarda en el impacto
si alcanzar logras la divina orquesta!
Tu frente surtirá con el contacto

de la escondida nuez templada y presta
que a trompa airada vibrará en el acto.
¡La vida es gracia y el reir no cuesta!



Rosa Chacel.

lunes, 28 de abril de 2014

Quiero dormir el sueño de las manzanas.




Quiero dormir el sueño de las manzanas
Alejarme del tumulto de los cementerios.
Quiero dormir el sueño de aquel niño
Que quería cortarse el corazón en alta mar.

No quiero que me repitan que los muertos no pierden la sangre;
Que la boca podrida sigue pidiendo agua.
No quiero enterarme de los martirios que da la hierba,
Ni de la luna con boca de serpiente
Que trabaja antes del amanecer.
Quiero dormir un rato,
Un rato, un minuto, un siglo;
Pero que todos sepan que no he muerto;
Que haya un establo de oro en mis labios;
Que soy un pequeño amigo del viento oeste;
Que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.

Cúbreme por la aurora con un velo,
Porque me arrojará puñados de hormigas,
Y moja con agua dura mis zapatos
Para que resbale la pinza de su alacrán.

Porque quiero dormir el sueño de las manzanas
Para aprender un llanto que me limpie de tierra;
Porque quiero vivir con aquel niño oscuro
Que quería cortarse el corazón en alta mar.



Federico García Lorca.

      Eternidad. Este jardín donde estoy siempre estuvo en mí. No existo. Tanta vida, tal conciencia, borran mi ser en el tiempo. Conocer la...