viernes, 20 de abril de 2012

Se puede vivir en nidos... 

Se puede vivir en nidos,
como las aves querrían.

Se puede vivir en pechos
como quieren
acabar las violetas
y los amores impares.

Se puede vivir en llamas,
cuando se quema un papel
y ya no quedan palabras
sino luz resplandeciente.

Se puede vivir, también,
a veces viven las vidas,
bajo los techos, en casas,
o en veletas, como el aire.

Pero nosotros vivimos
un día dicha sin nidos,
sin techos y sin veletas.
Viviéndola
en un color verde, en un
color verde sobre ruedas.



Pedro Salinas.

jueves, 19 de abril de 2012


Soneto


"Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor; quien lo probó lo sabe"


Lope de Vega.

martes, 17 de abril de 2012

La Corporeidad De Lo Abstracto (mujer...) 

Mujer. Palabra rubia,
de miel. Vaso de oro.
Persistencia monótona, de lluvia.
Silencio puro. Balbucir sonoro.
Mármol o bronce. Simulacro.
Corporeidad rotunda. Lanza
de emoción. Fuego sacro.
Cumbre de todos los instintos. Danza.
Médula de lo ignoto. Áurea vedija
inoercible. Vientre de los nombres.
Arca de la eternidad. Hija
del Hombre. Madre de los hombres.


lunes, 16 de abril de 2012

Niñez


Vuelvo a ti, mi niñez, como volvía
a tierra a recobrar fuerzas Anteo;
cuando en tus brazos yazgo, en mí me veo,
es mi asilo mejor tu compañía.


De mi vida en la senda eres la guía
que me apartas de todo devaneo,
purificas en mí todo deseo,
eres el manantial de mi alegría.


Siempre que voy en ti a buscarme, nido
de mi niñez, Bilbao, rincón querido
en que ensayé con ansia el primer vuelo,
súbeme de alma en flor mi edad primera
cantándome recuerdos, agorera,
preñados de esperanza y de consuelo.


Miguel de Unamuno.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...