viernes, 28 de febrero de 2020

Estas son mis llaves.



He venido a sembrar mis huesos otra vez
y a abrir las acequias de mis venas.
Estas son mis llaves:
sacad el trigo por la puerta.
El hombre está aquí para cumplir una sentencia,
no para imponerla.
Que suba al ara como la paloma y el cordero.
Y que hable el juez desde su cruz,
no desde su silla.

Levantad el patíbulo.
pero con cada criminal, que muera un justo,
Haced del patíbulo un altar y decid:
Señor, te damos nuestra sangre:
La de la oveja negra
y la de la oveja blanca...
la de los gangsters
y la de los cristos.
Toda la sangre es roja...
y humus para la tierra agonizante.
Con Cristo, pero en los Olivos y en la cruz:
con la fiebre y la hiel,
con la sed y la esponja,
con la sombra y el llanto,
en la humedad cerrada de la angustia,
en el reino de la semilla y de la noche,
esperando... esperando a que broten de nuevo
la espiga
la aurora
y la conciencia.

León Felipe.

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