viernes, 18 de mayo de 2018

Sueño común.



Aunque enormes las casas, de más bulto
Son los sueños a coro en esta hora
De tanta paz que a coro se demora
Sobre la sien del niño y del adulto.

No hay cólera que sienta ya el insulto
Justificado frente a quien implora
Con semblante de paz serenadora
-El dormido no es vil- nocturno indulto.

Este sueño comun de muchos seres
-Humanos, vegetales, animales-
Crea, por fin, la paz tan deseada.

Cuerpo tendido: todo en paz te mueres
Negando con tu noche tantos males,
Rumbo provisional hacia la nada.


Jorge Guillén.

jueves, 17 de mayo de 2018

Insomnio.



¿Quien persigue en mi cuerpo como a golpes de azada
esta sien imprecisa que va acabando el mundo?
¿Que deserción la enciende, sin luz, sobre la angustia,
ánima de la fiebre que en su vena atirante?

Me duele el pensamiento, desnudo y agitado
dándome gota a gota por la noche, inconsciente.
Gota a gota, su herida va fluyendo constante,
sobre un papel de arena, carne de inútil tierra.

¿Que pecado la muerte hunde en la piel del día?...
¿Que pesada cadena le rueda entre la sombra?...
No sé dónde mi sueño quema su nueva raza;
dónde derrama el pueblo, sin razón, de sus limites.

Se me quedó en el borde del descanso
como junto a un abismo, los cabellos colgantes,
frente a frente a la nada perezosa del tiempo.

No sé donde la luna medrosa se levanta;
no sé qué nueva imagen me alumbra en su desierto;
qué pecado persigue mis ojos sin herencia,
que desierto infecunda la razón de mi sangre...

Perdido estoy en cuévano infinito,
sin tacto y sin espera que mi dolor razone.
No sé - ¿lo dije?- el sueño, no es tierra de mi raza.
No sé dónde el olvido devana el nacimiento
futuro de mi vida...

(La noche, en su pantano,
sordamente se aprieta por buscar mi cintura...
Lentamente, la estrella va negando su carne
y, lento, el Universo deja paso a la Nada...)

Ante la horrible, inmensa negación del futuro,
más angustiosamente se incendia mi deseo.
Mi amor se descompone y pregunta al vacío:
-¿Para quién esta imagen que hoy mi sangre se finge?

(Huye mi nacimiento...
¿Muere conmigo el mundo?...)

La ausente compañía me pulsa entre la horas.


Emilio Prados.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Herido en el bosque.



Te pregunté por mí, parado río,
agua muerta, dormida;
te pregunté por mí, cuando cansado
me liberté del bosque en tus orillas,
yo que sobre tus aguas, tantas veces,
alegre juventud multiplicaba.

¿Has podido olvidarte de aquel tiempo
para pintarme así bajo otras nubes?
Mi nueva edad y el cielo gris me dicen
que olvida el agua tanto como el hombre.
Aunque temo que no, que ya no olvides
esta mi nueva forma ensangrentada.



Manuel Altolaguirre.

lunes, 14 de mayo de 2018

La voz cruel.


A Octavio Paz

Alzan la voz cruel
quienes no vieron el paisaje,
los que empujaron por el declive pedregoso
la carne ajena,
quienes debieron ser almas de todos
y se arrancaban de ellos mismos
cuerpos parásitos
para despeñarlos.

Mil muertos de sus vidas brotaban,
mil muertos solitarios
que miraban desde el suelo,
durante el último viaje,
la colosal estatua a la injusticia.

No eran muertos,
eran oprimidos,
seres aplastados,
ramas cortadas de un amante o de un padre,
seres conducidos por un deseo imposible,
topos de vicio
que no hallarán la luz
por sus turbias y blandas galerías.

Alzan la voz cruel
quienes no vieron el paisaje,
los que triunfaron
por la paz interior de sus mentiras.

¡Oh mundo desigual!
Mis ojos lloren
el dolor, la maldad:
la verdad humana.

Manuel Altolaguirre.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...