viernes, 25 de abril de 2014
Unos Caballos.
Pelados, tristemente naturales,
en inmovilidad de largas crines desgarbadas,
sumisos a confines abalanzados por los herbazales,
unos caballos hay.
No dan señales de asombro,
pero van creciendo afines a la hierba.
Ni bridas ni trajines.
Se atienen a su paz: son vegetales.
Tanta acción de un destino acaba en alma.
Velan soñando sombras las pupilas, y asisten,
contribuyen a la calma de los cielos
- si a todo ser cercanos, al cuadrúpedo ocultos -
las tranquilas orejas.
Ahí están: ya sobrehumanos.
Jorge Guillén.
miércoles, 23 de abril de 2014
Los Caminos de La Tarde.
Los caminos de la tarde
se hacen uno, con la noche.
Por él he de ir a ti.
amor que tanto te escondes.
Por él he de ir a ti,
como la luz de los montes,
como la brisa del mar,
como el olor de las flores.
Juan Ramón Jiménez.
martes, 22 de abril de 2014
Mariposa de la sierra.
A Juan Ramón Jiménez, por su libro Platero y yo.
¿No eres tú, mariposa,
el alma de estas sierras solitarias,
de sus barrancos hondos,
y de sus cumbres agrias?
Para que tú nacieras,
con su varita mágica
a las tormentas de la piedra, un día,
mandó callar un hada,
y encadenó los montes
para que tú volaras.
Anaranjada y negra,
morenita y dorada,
mariposa montés, sobre el romero
plegadas las alillas o, voltarias,
jugando con el sol, o sobre un rayo
de sol crucificadas.
¡Mariposa montés y campesina,
mariposa serrana,
nadie ha pintado tu color; tú vives
tu color y tus alas
en el aire, en el sol, sobre el romero,
tan libre, tan salada!...
Que Juan Ramón Jiménez
pulse por ti su lira franciscana.
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