viernes, 29 de diciembre de 2017
Pasando vientos y olas.
Toda la noche,
los pájaros han estado cantándome sus colores.
-No los colores
de sus alas matutinas con el fresco de los soles.
No los colores
de sus pechos vespertinos al rescoldo de los soles.
No los colores
de sus picos cotidianos, que se apagan por la noche,
como se corren
los colores conocidos de las hojas y las flores-.
Otros colores,
el paraíso primero que perdió del todo el hombre.
El paraíso
que las flores y los pájaros inmensamente conocen.
Flores y pájaros
que van y vienen oliendo, volando por todo el orbe.
Otros colores,
el paraíso sin cambio que el hombre en sueños recorre.
Toda la noche,
los pájaros han estado cantándome los colores.
Otros colores
que tienen en otro mundo y que sacan por la noche.
Unos colores
que yo he visto bien despierto y que están yo sé bien dónde.
Yo sé de dónde
los pájaros han venido a cantarme por la noche.
Yo sé de dónde,
pasando vientos y olas, a cantarme mis colores.
Juan Ramón Jiménez.
jueves, 28 de diciembre de 2017
Espejo y eco. ¿por qué?.
¿Por qué no tiene memoria
el acantilado aquel
que tan bien me repetía
tus gritos de colegiala?
Manuel Altolaguirre.
miércoles, 27 de diciembre de 2017
Variación VIII. Renacimiento de Venus.
Donde estuvo la nube ya no hay nube;
los ojos, que la piensan.
Absoluto celeste, azul unánime
sin ave, sin su anécdota.
Al célico sosiego otro marino
sosiego le contesta.
Las últimas congojas de la ola
playa se las consuela.
Tanto sollozo en leve espuma acaba,
y la espuma en la arena.
Le basta un color solo a tanto espacio,
sin vela que disienta,
El mar va por el mar buscando azules
y a un azul los eleva.
Está el día en el fiel. La Luz, la sombra
ni más ni menos pesan.
Dentro del hombre ni esperanza empuja
ni memoria sujeta.
El presente, que tanto se ha negado,
hoy, aquí, ya, se entrega.
¡Presente, sí, hay presente! Ojos absortos
felices le contemplan.
El tiempo abjura de su error, las horas,
y pasa sin saberlas.
Aves, ondinas, callan, y de voces
vacío el aire dejan.
La dilatada anchura del silencio
de silencio se llena.
Es el vivir tan tenue, que no ata;
la cautiva se suelta.
Por las campiñas, ya, del puro ser
viene, va, se recrea.
Está el mundo tan limpio, que es espejo:
la escapada lo estrena.
Radiante mediodía. En él, el alma
se reconoce: esencia.
Segunda, y la mejor, surge del mar
la Venus verdadera.
Pedro Salinas.
martes, 26 de diciembre de 2017
Columpio.
A caballo en el quicio del mundo
un soñador jugaba al sí y al no
Las lluvias de colores
emigraban al país de los amores
Bandadas de flores
Flores de sí Flores de no
Cuchillos en el aire
que le rasgan las carnes
forman un puente
Sí No
Cabalgaba el soñador
Pájaros arlequines
cantan el no
cantan el sí.
Gerardo Diego.
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