lunes, 21 de mayo de 2018

Anillo II.



Aunque el deseo precipita un culto
Que es un tropel absorto, da un rodeo
y en reverencia cambia su tumulto,
Sin cesar renaciente del deseo...

Sobre su cima la hermosura espera,
Y entregándose toda se recata
Lejos -¿cómo ideal y verdadera?-
Tan improbable aún y ya inmediata.

¡Es tan central así, tan absoluta
La Tierra bien sumida en universo,
Sin cesar tan creado! ¡Cuánta fruta
De una sazón en su contorno terso!

El amor está ahí, fiel Infinito
-No es posible el final- sobre el minuto
Lanzando de una vez, aerolito
Súbito, la agresión de lo absoluto.

¡Oh súbita dulzura! No hay sorpresa,
Tan soñado responde el gran contento.
Y por la carne acude el alma y cesa
La soledad del mundo en su lamento.


Jorge Guillén.

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