miércoles, 30 de agosto de 2017

En medio de la multitud.



En medio de la multitud le vi pasar,
con sus ojos tan rubios como la cabellera.
Marchaba abriendo el aire y los cuerpos;
una mujer se arrodilló a su paso.
Yo sentí cómo la sangre desertaba mis venas gota a gota.

Vacío, anduve sin rumbo por la ciudad.
Gentes extrañas pasaban a mi lado sin verme.
Un cuerpo se derritió con leve susurro al tropezarme.
Anduve más y más.

No sentía mis pies.
Quise cogerlos en mi mano,
y no hallé mis manos; quise gritar, y no hallé mi voz.
La niebla me envolvía.

Me pesaba la vida como un remordimiento;
quise arrojarla de mí.
Mas era imposible, porque estaba muerto
y andaba entre los muertos.


Luis Cernuda.

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