miércoles, 22 de junio de 2016

A veces las más tristes.


 
A veces las más tristes realidades
no llegan por mis ojos a mi alma,
ni devastan con llantos y tormentas
las tierras interiores de mi sueño.
No me dejo apresar por lo aparente,
lo transitorio de esta vida;
sólo una brisa breve me propaga.
No soy cruel, amigos. Conocedme.
Lo inhumano de mí es que no muero.
 


El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...