lunes, 7 de septiembre de 2015

El aire.






Aún más que el mar, el aire,
más inmenso que el mar, está tranquilo.
Alto velar de lucidez sin nadie.
Acaso la corteza pudo un día,
de la tierra, sentirte, humano.
Invicto, el aire ignora que habitó en tu pecho.
Sin memoria, inmortal, el aire esplende.



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