miércoles, 6 de mayo de 2015

Lámpara.






Azulejos

sobre el regazo de los tiempos

                            La lámpara florece

                            todos los inviernos

De su carne rosácea
brota el aroma de los sueños silvestres

Un ave infatigable
abre su vuelo en círculos concéntricos

                        Algún ídolo roto

                        se duerme en un rincón


Y el péndulo ahorcado
toca con los pies en el suelo.



Gerardo Diego.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...