martes, 4 de marzo de 2014
Mienten los que dijeron que yo perdí la luna.
Mienten los que dijeron que yo perdí la luna,
los que profetizaron mi porvenir de arena,
aseveraron tantas cosas con lenguas frías:
quisieron prohibir la flor del universo.
"Ya no cantará más el ámbar insurgente
de la sirena, no tiene sino pueblo".
Y masticaban sus incesantes papeles
patrocinando para mi guitarra el olvido.
Yo les lancé a los ojos las lanzas deslumbrantes
de nuestro amor clavando tu corazón y el mío,
yo reclamé el jazmín que dejaban tus huellas,
Yo me perdí de noche sin luz bajo tus párpados
y cuando me envolvió la claridad
nací de nuevo, dueño de mi propia tiniebla.
Pablo Neruda.
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