lunes, 29 de octubre de 2018

Orilla vespertina.


El mar en el sosiego de esta hora
De este retiro, casi una ensenada,
Se torna lago, lago de crepúsculo
Donde no insisten nunca los instantes
Del apenas azul
Ya gris,
Un gris rosado que se vuelve rosa
Con indicios de malva,
Malva sobre el sosiego
Lentamente más gris, menos azul
De esta orilla marina,
O fluvial, o lacustre.
Barcas, y solitarias,
Y pocas. No las mece el oleaje.
Con indolencia de final de día
Recogen la difusa
Ya paz,
Una paz de abandono
Sobre el gris de las aguas
Laxitud, que es ya tregua,
La dulce laxitud
Del día bien cumplido
Con sus rosas el mar
Aspira a perfección, espera el sueño.

Jorge Guillén.

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