jueves, 22 de diciembre de 2016

Estos dulces vocablos con que me estás hablando.



Estos dulces vocablos con que me estás hablando
no los entiendo, paisaje, no son los míos.
Te diriges a mí con arboledas
suavísimas, con una ría mansa y clara y con trinos de ave.
Y yo aprendí otra cosa: la encina dura y seca
en una tierra pobre, sin agua, y a lo lejos,
como dechado, el águila,
y como negra realidad, el negro cuervo.
Pero es tan dulce el son de ese tu no aprendido
lenguaje, que presiente el alma en él la escala
por donde bajarán los secretos divinos.
Y ansioso y torpe, a tu vera me quedo
esperando que tú me enseñes el lenguaje
que no es mío, con unas incógnitas palabras sin sentido.
y que me lleves a la claridad de lo incognoscible
paisaje dulce, por vocablos desconocidos.

Pedro Salinas.

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