viernes, 8 de julio de 2016

Tiempo Flor.



¡Qué error! Me parecía
que aquel lejano niño
se estaba yendo para siempre,
que aquel alegre joven distraído
se alejaba también.

¡Mentira todo!
El joven está en mí
como un hombre vestido de otros hombres,
llegando hasta la última envoltura,
esta piel mía de ahora;
o siendo abrigo de otros cuerpos
hasta llegar al niño que yo era,
que es centro de mi vida,
que está en mí
en una inmensa flor
que al deshojarse lo mostrara
desnudo y sonriente.


Manuel Altolaguirre.

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