viernes, 12 de febrero de 2016

Vida exterior.



A Mathilde Pomés

Arrastraría mi alma
sin reconcentraciones,
como un manto invisible
sobre la gran llanura
del mundo descubierto,
reviviendo las cosas
lejanas con externas
memorias extendidas.

Dentro de mí un silencio
insípido, sin roces.
Afuera todo el gusto,
perfumado de un tacto
armonioso a mi vista,
una sensualidad
abierta, derramada,
un florecer de ideas
al compás de los árboles.


Manuel Altolaguirre.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...