martes, 9 de junio de 2015

35 Bujías.






Sí. Cuando quiera yo
la soltaré.
Está presa, aquí arriba, invisible.
Yo la veo en su claro castillo de cristal, y la vigilan
-cien mil lanzas- los rayos
-cien mil rayos- del sol.
Pero de noche,
cerradas las ventanas
para que no la vean
-guiñadoras espías- las estrellas,
la soltaré. (Apretar un botón.)
Caerá toda de arriba
a besarme, a envolverme
de bendición, de claro, de amor, pura.
En el cuarto ella y yo no más,
amantes eternos, ella mi iluminadora
musa dócil en contra de secretos en masa de la noche
-afuera-
descifraremos formas leves, signos,
perseguidos en mares de blancura
por mí, por ella, artificial princesa,
amada eléctrica.



Pedro Salinas.

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