viernes, 5 de diciembre de 2014
Donde ni una gota de tristeza es pecado.
Allá en los montes otros
cuerpo perdido mares retirados
allá en los montes otros
donde ni una pena pequeña o engendrada
se lamenta como un hilo blanco
como la brisa o barco derivando
Allá por las serenas
luces de más allá más todavía
por donde los navíos como rostros
dulcemente contraídos no llevan su pasaje
pero resbalan mudos
hasta dar en lo opaco como lienzos
Todos dormidos
mares túneles vientres y cadenas
todos respirando despacio
una tinta emitida por una boca triste
todos echando luz o pena como lana
todos aquí besando el cristal mágico
Como leche extendida
como zozobra que se aplaca
como empañado espejo que no es ojo
porque como está gris el humo es suyo
todos piedras redondas como cielo
descansan su destino tibiamente
Adiós Ruedan las dichas
ruedan penas de hierba sosegada
ese rumor blandura o esperanza
crepitan ya los ayes amarillos
que bajo el pie son aguas como espejos
Inauguran festejos las espinas
que en silencio desfilan sin herirse
estallan los contactos al pasaje
bajo nubes rizadas como adioses
Adiós
Bajo las sombras
por entre las ruinas y los pechos
tropezando en esquinas o en latidos
sombra luna pavor velando pasan
mundo
(adiós)
trasladado
(amor)
remoto.
Vicente Aleixandre.
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