lunes, 17 de noviembre de 2014

Epílogo de doble estío.







(Madrid.El Retiro.Verano,1963.)

(Montevideo.Carrasco.Verano, 1963.) 

Este callado arder de oculto fuego 
en que, soñando, el alma se ensimisma, 
es cenicienta, remansada lumbre, 
o llama que me punza y me lastima. 

Siento que se separan mis recuerdos 
de un solo recordar que los olvida: 
Que una sola esperanza me separa 
de tantas esperanzas ya perdidas. 

Y el punzante dolor me va clavando, 
como un latido, su aguzada espina, 
que, al encontrar mi llaga más secreta, 
por el herido corazón respira.



José Bergamín.

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