lunes, 3 de febrero de 2014

Tu vientre y otros resabios.




La juventud
Su paso acelerado ojos de acero manos más de dos
Alegría
Escuchar un disco cuadrado hacer el amor con la mujer
Del prójimo (¿no somos todos prójimos?)
El aturdimiento del atardecer
El microcosmos de la física moderna
-Después de muerto me basta ser electrón-
Mi juventud tirada por la ventana
Tu piel papel de seda
Tus senos uno al sol el otro en la sombra
Mi deambular por los barrios galdosianos
El electroshock de súbito
Alegría
Dios es bueno en tanto la mujer responda
Quédate esta noche a desayunar
Me permito exclamar oh tu entrepierna en voz baja
Quiero vivir en América
Qué coño en América del Sur,
He visto demasiadas tierras
Todas caben en tu axila
Salgamos de la habitación por la puerta de urgencia
Compremos un buen periódico clara utopía
Y saludemos a la juventud desde los cincuenta y siete años
Como diecisiete como veintiuno como tu vientre de malvavisco.



Blas de Otero.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...