miércoles, 12 de febrero de 2014

Porque sí.




Pececito esquivo,
Caballito que monto,
Delicia que no nombro,
Y quiero, quiero, quiero.

Cuando te beso, acierto;
Cuando te toco, creo;
Si te acaricio mido
Mi infinito deseo.

Mas te prolongas lejos;
Eres más, eres lo otro,
Lo que nunca apreso
Aunque te toco y beso.

Siempre un poco esquiva,
Siempre resbalada,
Tú, que nunca entiendo,
Y quiero, quiero, quiero.



Gabriel Celaya.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...