martes, 10 de diciembre de 2013

Apasionadamente.



¡Y tanto, y tanto te amo
Que mis palabras mueren
En un rumor de besos sin descanso!

¡Y tanto todavía que mis manos
No te hallan al tocarte!

¡Tanto y tan sin descanso,
Que fluyo, y fluyo, y fluyo,
Y es solamente llanto!

Gabriel Celaya.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...