Las ondas tienen vaga armonía,
Las violetas suave olor,
Brumas de plata la noche fría,
Luz y oro el día;
Yo algo mejor;
¡Yo tengo Amor!
Aura de aplausos, nube radiosa,
Ola de envidia que besa el pie,
Isla de sueños donde reposa
El alma ansiosa,
Dulce embriaguez:
¡La Gloria es!
Ascua encendida es el tesoro,
Sombra que huye la vanidad.
Todo es mentira: la gloria, el oro;
Lo que yo adoro
Sólo es verdad:
¡La Libertad!
Así los barqueros pasaban cantando
La eterna canción
Y, al golpe del remo, saltaba la espuma
Y heríala el sol.
¿Te embarcas?, gritaban; y yo sonriendo
Les dije al pasar:
Yo ya me he embarcado; por señas que aún tengo
La ropa en la playa tendida a secar.
Gustavo Adolfo Bécquer