viernes, 14 de enero de 2022

 


Mañana será Dios.


Esta yacija, donde se desploma
noche a noche el despojo de mí mismo
no es cauce para el sueño, sino abismo
Al que mi angustia de caer se soma.

La sábana, que cubre y que no toma
la forma de mi cuerpo, en su mutismo,
sin un pliegue de amor, dice lo mismo
que mi despego y en el mismo idioma.

...Mañana será Dios, y su porfía
sacudirá, violenta, al mal dormido
con su irrupción de polvo o nuevo día.

Aquí no hay alta noche, y, tras la hora
más oscura de un cielo descendido,
se enciende el sol, de pronto, sin aurora.

Juan José Domenchina.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...