viernes, 6 de marzo de 2020

Hombre volador.


Américas aguardan todavía
Resplandecientes vírgenes ignotas,
O nada más para los ojos gotas
De un trémulo rocío en una umbría,

Ya inhumano el espacio -la alegría
De no siempre sentirse tan remotas
De alguno, de un Colón, por fin no idiotas
Ante la mente que a su luz se alía.

El hombre por el cosmos se aventura,
Supera con su espíritu el espanto
De tanta inmensidad jamás hallada,

Y hasta cree salir de la clausura
De sus postreros límites.
¡Y cuánto mundo a ciegas,
sin luz de tal mirada!


Jorge Guillén.

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