No, no sueño.
Vigor de creación concluye
su paraíso aquí:
Penumbra de costumbre.
Y este ser implacable
que se me impone ahora
de nuevo -vaguedad
resolviéndose
en forma de variación
de almohada, en blancura de lienzo,
en mano sobre embozo,
en el tendido cuerpo
Que aun recuerda los astros
y gravita bien—
este ser, avasallador universal,
mantiene también su plenitud
en lo desconocido:
Un más allá de veras
misterioso, realísimo.
Jorge Guillén.