martes, 15 de octubre de 2019
La clase.
Como un niño que en la tarde brumosa
va diciendo su lección y se duerme.
Y allí sobre el magno pupitre
está el mudo profesor que no escucha.
Y ha entrado en la última hora un vapor leve, porfiado, pronto espesísimo, y ha ido envolviéndolos a todos.
Todos blandos, tranquilos, serenados, suspiradores, ah, cuán verdaderamente reconocibles.
Por la mañana han jugado,
han quebrado, proyectado sus límites, sus ángulos, sus risas, sus imprecaciones, quizá sus lloros.
Y ahora una brisa inoíble, una bruma, un silencio, casi un beso, los une,
los borra, los acaricia, suavísimámente los recompone.
Ahora son como son. Ahora puede reconocérseles.
Y todos en la clase se han ido adurmiendo.
Y se alza la voz todavía, porque la clase dormida se sobrevive.
Una borrosa voz sin destino, que se oye
y que no se supiera ya de quién fuese.
Y existe la bruma dulce, casi olorosa, embriagante,
y todos tienen su cabeza sobre la blanda nube que los envuelve.
Y quizá un niño medio se despierta y entreabre los ojos,
y mira y ve también el alto pupitre desdibujado
y sobre él el bulto grueso, casi de trapo, dormido, caído,
del abolido profesor que allí sueña.
Vicente Aleixandre.
El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...
-
Era la vida. Su rumor llegaba desde la espuma hasta mi sed, un río que levantó su pecho para hablarme. Yo estaba en su ribera bajo el...
-
¡Noche; lago tranquilo, donde miente mi vida su eternidad, copiando su día fugitivo inmensamente; donde mi corazón está, entre las est...
-
Cuando pasa el viento se oculta el silencio. !Qué limpia la luna, cuando pasa el viento. -¿Por qué llora la alameda? ¿Por su sombra?...
-
Palabras que estás diciendo -“cariño... siempre...seguro... ” - con voz lenta en gesto quieto. Ventanas dobles, vidrieras cerradas, e...
-
Eres hermosa como la piedra, oh difunta; Oh viva, oh viva, eres dichosa como la nave. Esta orquesta que agita mis cuidados como una ne...
-
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas. Vendrán las iguan...
-
Esplendor mío, amor, inicial de mi vida, quiero decirte, toda tú belleza, aquí, en medio del mar, cuando voy en tu busca, cuando tan so...
-
No rechaces los sueños por ser sueños. Todos los sueños pueden ser realidad, si el sueño no se acaba. La realidad es un sueño. Si soñam...
-
No, no me basta, no. Ni ese azul en delirio celeste sobre mí, cúspide de lo azul. Ni esa reiteración cantante de la ola, espumas afi...
-
He venido a sembrar mis huesos otra vez y a abrir las acequias de mis venas. Estas son mis llaves: sacad el trigo por la puerta. El ...