viernes, 12 de abril de 2019

En hora fea.


Llegas en los días de acero,
cuando las casas se desploman,
y los perros comen cadáveres.
Un espíritu ciego
revolviendo valores,
dividiendo familias,
idiotizando almas,
recorre todos los países.
Me encuentras roto, desmigajado,
dispuesto solamente
a no creer que existe
fuente del bien, ni posible alegría.
Vienes en hora amarga,
cuando falta la fe,
cuando el viento es de plomo,
la noche de carbón
y las flores un puñado de espinas.
Ten cuidado, que besas
la sombra de un fantasma.

José Moreno Villa.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...