martes, 26 de marzo de 2019

Ciego de amor.


Todos me quieren.
No puedo fijarme en nadie.
Desfilo y se me pierden de vista
los semblantes preferidos.

Mi corazón se revuelve
y se alborotan los ríos
que me unen con las almas
ausentes de mis amigos.

Es que la vida me empuja
por el medio de un camino
y una multitud amorosa
me dice adiós.
Así vivo despidiéndome
de aquellos que me vieron sin ser vistos,
ciego de amor, navegando
sobre los ciegos cariños.

Manuel Altolaguirre.

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