jueves, 31 de enero de 2019

Los brazos.


¡Cómo sueñan los brazos!
Son ellos los capaces de ajustar a su orbe
fabuloso y pequeño
-Amor: henos aquí para que nos enlaces-
esa verdad tan plena
que se convierte en sueño.

Jorge Guillén.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...