viernes, 15 de junio de 2018
La voz cruel. El solitario.
En esta noche negra
con maldades de fósforo,
cuando brillan los crímenes como peces,
voy por la vida en una barca,
voy bajo la muerte que es mi cielo.
Me admiro de ser yo quien solitario
grite a los hombres la verdad del destino.
Grito a los hombres plenos
y a las mujeres huecas,
les grito que el amor que les confunde
no debiera romperse.
Las mujeres se abren para el vicio
y los hombres ignoran,
cuando rasgan un vientre, que están presos.
Las carceleras débiles, huecas mil veces,
huecas, huecas, se ensañan y seducen traicionando.
El amor impotente contra el placer fugaz
se rompe el alma.
Y yo me rompo el alma
contra los horizontes de la vida.
Manuel Altolaguirre.
El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...
-
Era la vida. Su rumor llegaba desde la espuma hasta mi sed, un río que levantó su pecho para hablarme. Yo estaba en su ribera bajo el...
-
¡Noche; lago tranquilo, donde miente mi vida su eternidad, copiando su día fugitivo inmensamente; donde mi corazón está, entre las est...
-
Cuando pasa el viento se oculta el silencio. !Qué limpia la luna, cuando pasa el viento. -¿Por qué llora la alameda? ¿Por su sombra?...
-
Palabras que estás diciendo -“cariño... siempre...seguro... ” - con voz lenta en gesto quieto. Ventanas dobles, vidrieras cerradas, e...
-
Eres hermosa como la piedra, oh difunta; Oh viva, oh viva, eres dichosa como la nave. Esta orquesta que agita mis cuidados como una ne...
-
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas. Vendrán las iguan...
-
Esplendor mío, amor, inicial de mi vida, quiero decirte, toda tú belleza, aquí, en medio del mar, cuando voy en tu busca, cuando tan so...
-
No rechaces los sueños por ser sueños. Todos los sueños pueden ser realidad, si el sueño no se acaba. La realidad es un sueño. Si soñam...
-
No, no me basta, no. Ni ese azul en delirio celeste sobre mí, cúspide de lo azul. Ni esa reiteración cantante de la ola, espumas afi...
-
He venido a sembrar mis huesos otra vez y a abrir las acequias de mis venas. Estas son mis llaves: sacad el trigo por la puerta. El ...