jueves, 19 de abril de 2018

Desprecio.


Arco de aire, tu voz quedó un momento,
en su ascensión de lo profundo,
sobre el riel imaginado,
como un tren largo, jadeante,
solicitando mi presencia.

Y yo en la balaustrada reclinado
te vi, pesada, hundida para siempre, sin comprender
-distante, más pequeña, codiciosa de mí-
que en esta altura
extensiones diviso penetrante.


Manuel Altolaguirre.

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