jueves, 26 de enero de 2017

Noche humana.



Distancias y cercanías
apretadas te rodean.

Eres el centro del mundo,
y brotan de tu ceguera
ejes de luto y espanto
hasta el borde del planeta.

Angustiosos tactos surcan
oscuridades y estrellas.
Te ciñen los horizontes
y durísimos te aprietan.

Una geografía insensible
-montes, ríos y praderas-
se duerme sin la luz única
que dentro de ti se encuentra.

No te duelen las montañas
ni los mares te atormentan.
Tu corazón da su sangre
a escaso trozo de tierra.



Manuel Altolaguirre.

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