miércoles, 2 de noviembre de 2016

Amada exacta.



Tú aquí delante.
Mirándote yo. ¡Qué bodas tuyas, mías,
con lo exacto!

Si te marchas, ¡qué trabajo
pensar en ti que estás hecha
para la presencia pura!

Todo yo a recomponerte
con sólo recuerdos vagos:
te equivocaré la voz,
El cabello ¿cómo era?,
te pondré los ojos falsos.

Tu recuerdo eres tú misma.
Ahora ya puedo olvidarte
porque estás aquí, a mi lado.


Pedro Salinas.

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