viernes, 25 de noviembre de 2016

Alma no llores.



Y no basta decir: "alma, no llores",
si ves a un corazón que va dejando
la vida entre furiosos desgarrones.

Hay lágrimas que tienen estatura
de estrellas indomables
y es de acero o de roble su ternura.


Marcos Ana.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...