viernes, 7 de octubre de 2016

Espejo sin memoria.



Lo que sobra de mí, cuando tu imagen
quema mi corazón apasionado,
es un confín de espejo sin memoria,
de espejo blando, sin oficio, ciego,
libre de eco y de luz, ya que tan sólo
para sentir tu forma tengo vida.
Pequeña tú como el dolor humano
y grande yo sin ti, desconocido,
oscuro o claro, no lo sé, no estoy
delante, como tú, de quien me quiera.
Es mejor repetirte que no es nada
lo que sobra de mi cuando tu imagen
quema mi corazón apasionado.


Manuel Altolaguirre.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...