miércoles, 7 de septiembre de 2016

Tiempo inhumano.


Tiempo sin forma de hombre,
con insistentes llanuras,
no atraviesa, empuja,
lleva mi tiempo humano en su espejo.

El eco ya no responde,
en su pecho sin latido,
a los pequeños segundos
con que mi sangre golpea.

Las auroras y las tardes,
con que se alegró mi vida,
tampoco alteran las luces
de su profunda memoria.

Tiempo entero.
Último instante en donde juegan
los siglos de toda la historia humana.
Tiempo, son flores tus números.

Manuel Altolaguirre.

   Retrato. Estabas solo y alto. Yo miraba cómo todos los pájaros debajo de tu frente se escondían. ¡Qué ir y venir y qué volver! Cómo todas...