viernes, 11 de diciembre de 2015
El frío.
La inocencia reclama su candor
(bajo un monte una luna o lo esperado)
la inocencia está muda pez aguárdame
aquí en esta muralla están las letras.
Acariciar unos senos de nácar
una caja respira y duele todo
acariciar esta oculta ceniza
bajo carmín tus labios suspirando.
No se evaden las almas como pliegos
ese papel doblado por los bordes
por lo que más duele si sonríen
cuando la luz escapa sin notarse.
Vicente Aleixandre.
El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...
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