viernes, 7 de noviembre de 2014

Ante las torres de Compostela.






También la piedra, si hay estrellas, vuela. 
Sobre la noche biselada y fría 
creced, mellizos lirios de osadía; 
creced, pujad, torres de Compostela.

Campo de estrellas vuestra frente anhela, 
silenciosas maestras de porfía. 
En mi pecho - ay, amor - mi fantasía 
torres más altas labra. El alma vela.

Y ella - tú - aquí, conmigo, aunque no alcanzas 
con tus dedos mis torres de esperanzas 
como yo estas de piedra con los míos,

contempla entre mis torres las estrellas, 
no estas de otoño, bórralas; aquellas 
de nuestro agosto ardiendo en sueños fríos.



Gerardo Diego.

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