jueves, 10 de julio de 2014

Recuerdo de un olvido.





Se agrandaban las puertas. Yo gigante, 
Con el recuerdo de mi olvido dentro, 
Atravesaba las estancias, 
Golpeando las paredes sordas.

¡Qué collar interior en mi garganta 
De palabras en germen, de lamentos 
Que no podían salir, que se estorbaban 
En su gran muchedumbre!

¡Cuánto tiempo de olvido incomprensible! 
Siempre ella en su ventana. 
Su ventana entre dos nubes 
-Una y ella- siempre.

Y yo distante, agigantado, loco, 
Con el recuerdo de mi olvido dentro, 
Pesándome en el alma su naufragio, 
Agarrándose, hundiéndome, 
En un espeso mar de cielos grises.



Manuel Altolaguirre.

   Retrato. Estabas solo y alto. Yo miraba cómo todos los pájaros debajo de tu frente se escondían. ¡Qué ir y venir y qué volver! Cómo todas...