viernes, 28 de marzo de 2014

Canción Última.




Pintada, no vacía: 
pintada está mi casa 
del color de las grandes 
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto 
adonde fue llevada 
con su desierta mesa 
con su ruidosa cama.

Florecerán los besos 
sobre las almohadas. 
Y en torno de los cuerpos 
elevará la sábana 
su intensa enredadera 
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua 
detrás de la ventana. 

Será la garra suave. 

Dejadme la esperanza.



Miguel Hernández.

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