lunes, 24 de febrero de 2014

Verdad capital.





Como ala una concesión a la sombra
un gusto definido por los peligros al sol
una vida corta
una reserva prudente

En la escuela de los vencidos el hollín empavesa sus ventanas
el rosal que te ignora ocupa aquí poco sitio
las contingencias se agolpan a la puerta como mendigos
el error se guía por su volumen

La tormenta flaquea en la espera
                                                                    La mía.

Juan Larrea.

El viejo y el Sol. Había vivido mucho. Se apoyaba allí, viejo, en un tronco, en un gruesísimo tronco, muchas tardes cuando el sol caía. Yo p...