jueves, 9 de enero de 2014

Tú nunca entenderás lo que te quiero.




Tú nunca entenderás lo que te quiero
Porque duermes en mí y estás dormido.
Yo te oculto llorando perseguido
Por una voz de penetrante acero.
Norma que agita igual carne y lucero
Traspasa ya mi pecho dolorido
Y las turbias palabras han mordido
Las alas de tu espíritu severo.
Grupo de gente salta en los jardines
Esperando tu cuerpo y mi agonía
En caballos de luz y verdes crines.
Pero sigue durmiendo, vida mía.
¡Oye, mi sangre rota en los violines!
¡Mira que nos acechan todavía!



Federico García Lorca.

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